A medida que las empresas siguen descendiendo en una avalancha de dispositivos y servicios conscientes de la red, la propuesta de valor de invertir en SD-WAN sigue atrayendo a cada vez más inversores, y por buenas razones.
Sin embargo, como toda nueva tecnología, SD-WAN necesita primero ser aceptada por la C-suite, y para ello, necesita marcar las casillas correctas en torno a las tasas de satisfacción post-implementación y garantizar un sólido ROI.